Status
Cuando envías un email individual a través de tu ISP, el email sale de sus servidores de salida, y es "autenticado". En otras palabras, se le aplica un sello de aprobación: el mensaje se envió a través de un sistema que tenía la autorización para hacerlo.
Por ejemplo, cuando envías un correo desde tu dirección de Gmail, y el correo es enviado por Gmail (u otra aplicación configurada para usar Gmail como proveedor de email), tu mensaje sale de los servidores de salida de Gmail y es autenticado.
Si envías un mensaje usando el mismo correo de remitente, pero no usas el servidor de salida del ISP, el mensaje no puede ser autenticado. El resultado es que quien recibe ese mensaje (por ejemplo, otro ISP), no puede verificar que el mismo fue autorizado.
Esto podría causar graves problemas de entregabilidad.
De hecho, el ISP que estás usando le ha específicamente dado instrucciones a cualquier servidor de entrada para que penalicen (o rechazen) mensajes que no pueden ser autorizados. Esto lo hace publicando lo que se llama un registro DMARC e indicando que dichos mensajes tienen que ser puestos en cuarentena (es decir, entregados a la casilla de spam) o rechazados.
Tienes que usar otra dirección de correo de remitente para evitar graves problemas de entregabilidad.
Para no incurrir en este problema, usa un correo de remitente asociado con un dominio del cual tengas el control (por ejemplo, el dominio de tu empresa).